Con el tiempo, -no sé si porque en edad, nos estamos todos acercando a ellos- me di cuenta que la gente anciana es impune. ¿A que me refiero con impunes?. A ése don que tienen de poder sortear todos los sistemas y procedimientos existentes en la sociedad y aún así salir ganando.
Hoy en particular, estaba haciendo la cola para esperar comprar un boleto de bus e irme para afuera, habia bastante gente, mucho calor y faltaban 10 minutos para que el coche se fuera. En eso, se mete una señora de entrada edad en el medio de la fila, sin respetarla, y llega hacia el mostrador haciendo todo tipo de consultas que obviamente derivaron en una compra de boleto. 2 minutos le costó la transacción, rompió las reglas y salió impune.
Otro claro ejemplo es la crítica gratuita. El clásico viejo amargo, que se queja de todo, y nada le viene bien. -”Está bravo el tiempo eh?”, -”Seh, horrible como está lloviendo”. Y otro ejemplo puede ser -”Que lindo día!”, -”Seh, pero en cualquier momento se descompone”. Se descompone, como si fuera a caer diarrea del cielo, cosa que nunca quisiera ver. Como si se fuera a pudrir todo, cuando en realidad es una simple llovizna. Andate a el desierto de Sahara a ver si le dicen “se descompone” a la lluvia.
Aún así, debemos estar felices de que algún día todos tendremos impunidad, y podremos hacer lo que queramos, y escribirán artículos sobre nosotros y se publicaran en internet.
Sublime! Deluxe!
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