domingo, 15 de abril de 2012

Soñando por soñar


Todo sea por la venta, el rating, mientras los consumidores olvidan y se adaptan.
El ser humano se adapta, y con el paso del tiempo lo que parece ofensivo, más adelante será normal. En el año 1996, decir "Marta sos la número uno, Marta cuando pueda te vacuno" era algo ofensivo y el tema "El día que Artigas se emborrachó" una condena. Recuerdo a mi profesora de canto en la escuela diciendo que la banda "El Cuarteto de Nos" era la decadencia de la juventud, hostigando fuertemente a quienes habíamos mostrado aprecio por dicho grupo. Han pasado algunos años, y ahora tenemos sexo hasta en la sopa (si, las sopas de letras que te venden tienen las letras S-E-X-O, ¡hacé la prueba!), resultando ser algo normal ya inserto en nuestros valores diarios. Con ésto, se crean programas de TV aceptados como Soñando por bailar, o por vender, que nos muestra envidia, celos, enojo, puteadas, gritos, infidelidad, voyeurismo, estrategias mezquinas, sexo, personajes bizarros, todo hecho para llegar a lo más alto, para llegar a "Tinelli". Sería trucho negar que por momentos puede ser interesante ver un importante puterío en la tele (todos disfrutamos de ése morbo), tirándose y diciéndose cualquier cosa, pero es curioso verlo como un ejemplo para el público, y de lo que la gente es capaz de hacer para llegar a su objetivo. Sepamos que posiblemente próximas generaciones podrán vivir inconscientemente lo visto en la tele, y sabrán que si uno pisotea a los demás para lograr su meta, tendrá no sólo la misma cumplida, si no también repercusión mediática, fama y dinero. Los productos en la TV generalmente no cuentan con buena calidad, y para ser consumibles a grandes escalas, deben bajar su nivel y llegar a lo básico, a la temática de barrio, o de conventillo, ésa que todos conocen, y cualquier persona de cualquier estrato social puede decodificar (si es que queda algo por decodificar), ya sea porque sabe de lo que se está hablando, le divierte la pelea, o le gusta un culo o un bulto.
En nombre de Dios muchos Hombres se han peleado, creado guerras, y por lo visto en el nombre de Tinelli podemos también.
No juzgo a quienes miran, crean el producto, o quien se lleva todo el dinero a costas del resultado. Pero para mi, el éxito, está en la perseverancia, el trabajo en equipo, la creatividad y la mejora contínua. Igual da un poco de miedo, que con el paso de los años no tenga razón.

1 comentario:

  1. yo sí los juzgo. eso de "yo no juzgo" no se aplica a todo, hay que saber qué moral tiene uno y poder separar lo que está bien de lo que está mal. tinelli está muy mal.

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