lunes, 16 de abril de 2012

El momento justo


Mi viejo decía que las cosas a uno lo esperaban, y siempre me gustó esa definición. Un tanto esperanzadora, y otro tanto intrigante también.
Por ejemplo, hace un año aproximadamente me regalaron unos amigos, un reloj pulsera Casio, que atrás dice "Japan. Cased in China". Al yo usarlo, simplemente siguió la historia del reloj, que llegó a mí, en el momento justo. 
Unos días atrás, alguien lo estaba eligiendo en la tienda de relojes para comprarlo, y entre todos los que había fue el que encajó justo con lo que se buscaba para luego regalármelo. Unos meses atrás llegaba a la tienda de relojes, junto a varios paquetes de un encargo para reponer stock. Otros tantos meses atrás, llegaba un container a Uruguay para esperar en el depósito a ser distribuído desde China. Tiempo antes, el reloj estaba en los depósitos de china, recién ensamblado, esperando para ser enviado por barco alrededor del mundo. Antes de eso, estaba siendo ensamblado en la fabrica en Guangzhou por máquinas y obreros que habían recibido las piezas desde Japón. Y semanas antes, Guangzhou recibía desde Casio Japón la materia prima para ensamblar el reloj.
Las personas también esperan a lo largo del tiempo, y van cambiando, "ensamblándose" y creciendo hasta que en el momento justo, uno se las encuentra. Conocer a una persona durante mucho tiempo y saber que quizás se cruzaron tiempo atrás sin conocerse, es fabuloso, porque tenía que ser así, porque de no haber sido así, no serían lo que son ahora.
Esperanzador, y desde éste punto de vista está buenísimo vivir el día a día. Hay cosas o personas que podés tener al lado, y no interactúan porque no es el momento ahora; así como también hay muchísimas cosas, que están esperándote para formar parte o cambiarte la vida, desde hace tiempo, recorriendo su camino, hasta que llegue el momento justo en que te encuentres con ellas.

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